«El autor recoge en este libro el tesoro de su larga experiencia de Ejercicios practicados bajo la guía de directores expertos y de Ejercicios dados por él en tierras españolas e hispanoamericanas. Los Ejercicios espirituales ignacianos no se predican, sino que se dan. No están concebidos para convertir a un pecador. Hay movimientos beneméritos en la Iglesia que pretenden provocar la conversión, pienso en los ?Cursillos de Cristiandad?. Los Ejercicios ignacianos pretenden una maduración espiritual. Y así los desarrolla el autor. El autor no hace de predicador o maestro de cátedra reduciéndose a manejar conceptos preciosos (?no el mucho saber harta y satisface al alma, sino gustar de las cosas internamente?). Sus meditaciones de la vida de Cristo no son simplemente exposición magisterial de comentarios evangélicos científicos, sino que acompaña al que se ejercita en las vías del Espíritu, con un estilo continuamente dialogal y cercano, distinguiendo las mociones que en el alma se causan, conocimiento interno, sentimientos internos. A toda esa tarea se puede llamar oportunamente ?operación?, no en sentido de intervención quirúrgica, sino en sentido de trabajo intensivo» (Luis M.ª Mendizábal).