El 25 de mayo de 1968, cuando Mary Bell tenía tan solo 11 años, estranguló al pequeño Martin Brown en una casa abandonada. Las autoridades jamás sospecharon de ella por su edad. Sólo unos meses después volvió a matar? esta vez estranguló a Brian Howe, un niño que apenas sabía hablar por su corta edad. Mary Bell escribió sus iniciales en el estómago de su víctima. Fue condenada a prisión indefinida, aunque salió de la cárcel a los 23 años. El resultado de los distintos análisis psicológicos que se le practicaron fue significativo: Mary Bell sufría una profunda psicopatía originada por una desgraciada infancia.