Las redes sociales son el hábitat que estaba esperando el rumor para recuperar su hegemonía en el competitivo mundo de la información. Datos sin contrastar, fotografías manipuladas, afirmaciones fuera de contexto o simples y llanas mentiras se mezclan con estadísticas oficiales, mensajes institucionales, declaraciones de famosos, comentarios de sesudos expertos y la producción informativa de los principales medios de comunicación.
¿Es posible sacar algo en claro de ese galimatías? Según Marc Argemí, ante ese magma de datos lo único que puede ayudarnos a sobrevivir es desarrollar el sentido del rumor. Es decir, aprender a interpretar las redes como lo que son: la versión digital de la cafetería de la plaza mayor, ese lugar en el que los ciudadanos expresan sus opiniones en voz alta. Si se sabe filtrar lo que allí se dice, se obtienen conclusiones valiosas. Por ejemplo en cuanto a intención de voto, sobre la que ya ha sido posible extraer estimaciones más fiables que las de las encuestas tradicionales, y con menor esfuerzo.
El análisis de la conversación en redes sociales no es la panacea y no viene a sustituir los métodos de análisis existentes hasta ahora. La realidad social, quizá por suerte, nunca se deja captar del todo. Pero algo está claro: existe, y puede ayudar, y mucho, a dar sentido al alud de información que nos bombardea.