La innegable necesidad que el ser humano tiene de los ritos no se refiere exclusivamente a los ritos religiosos que se celebran de manera comunitaria en el culto. Cada vez con más frecuencia, la cuestión se centra en los ritos personales que marcan la vida cotidiana y en los ritos que determinan la vida familiar, empresarial y social. En actos multitudinarios, como el campeonato mundial de fútbol o los Juegos Olímpicos se practican ritos comunes. De ese modo, presenciar un espectáculo de ese tipo adquiere una cualidad propia y es mucho más que una mera asistencia pasiva. Los ritos que se realizan también en actos multitudinarios del mundo musical, de la cultura pop y del ámbito del espectáculo expresan la necesidad de los seres humanos de superar este mundo y abrirse a una trascendencia a menudo barruntada y creída de manera indefinida. Son formas de una religiosidad moderna encubierta.
Los ritos no tienen nada que ver con la eficacia, sino que pretenden justamente lo contrario: proporcionarnos, en medio de las exigencias y dificultades de la vida, en medio de tantas y tan variadas situaciones de estrés, un espacio de libertad en el que podamos respirar, en el que podamos disfrutar y disponer de tiempo para nosotros, un tiempo sagrado del que nadie más pueda disponer.
ANSELM GRÜN, monje y administrador de la Abadía benedictina de Münsterschwarzach, es uno de los autores cristianos más leídos en la actualidad. Entre sus numerosas publicaciones en esta misma Editorial se encuentran: Cincuenta ángeles para el alma; El Libro del Arte de Vivir; El libro del deseo; Un largo y gozoso camino; Elogio del silencio; La oración de cada día; Dirigir con valores; Habitar en la casa del amor; El libro de los valores y El «Himno al amor» de San Pablo.