Tigger y Winnie se ofrecen para cuidar de Rito durante un día, ¡y Rito está impaciente! A ellos les gusta jugar sin parar y nunca pierden el tiempo con cosas desagradables, como bañarse o la medicina que Cangu le da para estar fuerte. Pero después de un día entero sin su mamá, Rito se da cuenta de que no hay nada como estar en casa.