Un verdadero tour-de-force literario donde se mezclan los ingredientes más inesperados, brillantes y reveladores. «Ya cumplidos los treinta años, todo cambio es un símbolo detestable del pasaje del tiempo.» Dos hombres y una mujer, hermanos ya adultos, son convocados por su anciano padre para acudir al hospital donde agoniza su madre. La reunión familiar ante el lecho de muerte -son los últimos años de una dictadura light que ha visto crecer a una generación amargada y descreída- despierta en el primogénito una serie de recuerdos que lo trasladan a la frontera de la orfandad y el autoengaño. Las grietas del dolor y del miedo, los sentimientos de desvalidez y soledad provocan un giro en la memoria del narrador, que cede la palabra a las confesiones y a los sueños de su madre, sumergiéndose en el imperio de la infancia y en las aventuras de una radiante adolescencia y juventud que evocan una Mitteleuropa ya perdida cuyos ecos contrastan con la grisura del presente. Péter Esterházy -maestro del disfraz, la ironía, el humor negro y la ternura- compone un réquiem sobre la trágica erosión de los años. Los verbos auxiliares del corazón son la gramática de una afección. Las emociones y los conflictos en las relaciones entre una madre y su hijo se elevan a la categoría de mito literario.