Londres y París, como protagonistas, y la Revolución Francesa, que cambia para siempre la vida de todos. Una novela memorable de Charles Dickens (1812-1870). «Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos; era el siglo de la locura y el siglo de la razón; era la edad de la fe y de la incredulidad; era la época de la luz, era la época de las tinieblas; era la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación; lo teníamos todo, no teníamos nada.» Con estas palabras memorables se abre el telón de la magnífica Historia de dos ciudades, con Londres y París como las grandes protagonistas del relato y la Revolución Francesa como el acontecimiento que va a cambiar para siempre la vida de todos. Ningún libro de historia puede competir con la pluma de Dickens para retratar una época: violencia, tumultos, sangre, espionaje, heroísmo, soberbia, mezquindad; todo aparece con una vivacidad incomparable. Y en esa vorágine que todo lo trastorna, aparecen personajes como Lucie Manette, Charles Darnay, Lorry o Madame Defarge, que van tejiendo la historia de sus propias vidas, tan iluminadas por el amor como amenazadas por la guillotina.