La famosa detective Lola Lago queda para comer con una vecina suya, Carmela, por la que siente gran afecto. Durante la comida, Carmela le confiesa que tiene una cita con un exnovio, ahora viudo y multimillonario. Días después de la cita, Carmela recibe la trágica noticia del suicidio de su antiguo novio. Lola enseguida sospecha de que la muerte de Guillermo Belmonte no se trata de un suicidio.