Pongamos que don Quijote reaparece misteriosamente en nuestro mundo. Tendría gracia explorar cómo interpreta algunas de nuestras costumbres, manías y modos de pensar. Eso es lo que se propone ilustrar esta novela, un ejercicio libre de fantasía y de análisis sobre la España actual, esencialmente irónico, paródico y polémico.
El famoso hidalgo se queda maravillado ante las escaleras mecánicas, la profusión de imágenes y el papel higiénico, entre otros descubrimientos. Pero le escandaliza el atuendo veraniego de las mujeres, el rebuzno estético de los grafitis, y el hábito de comer y beber en todas partes y a todas horas. Discute apasionadamente con políticos, tertulianos de la tele y cervantistas. Alumbra algunos misterios sobre la vida y la obra de Cervantes. Emula la aventura de liberar a los galeotes tratando de encabezar la protesta de los inmigrantes «sin papeles». Tropieza dramáticamente con la justicia y con los yihadistas. El desenlace de esta extraña historia tendrá que completarlo el curioso lector.