Este breve manual da una idea de cómo se desarrollaban los jesuitas en la cocina a finales del siglo XIX. Se hace referencia al hecho de cocinar sin prisa y de una manera aséptica. La limpieza y ordenación de la cocina es fundamental.
El contenido es bastante amplio y en él se habla tanto de los guisos de carne como de pescado. También se hace referencia a los potajes y a los postres más típicos de monasterios y conventos, como pueden ser las natillas o el arroz con leche.