El autor suicida dice que este manual de autoayuda no contiene grandes consejos o sentencias que puedan acompañar la fotografía de una puesta de sol y que, si alguien es capaz de hallar una sola frase que le sea de alguna utilidad, él sería el primer sorprendido.
Una invitación al lector a meterse en la caja del mago... para salir partido de risa.