Año 4 a. C. Cuando muere el cruel tirano Herodes el Grande, el trono de Israel queda vacante. Dos de sus hijos se lo disputan, pero en la pelea interviene una tercera persona con misteriosos planes y manejos. La lucha por el poder desencadena una truculenta historia de pasiones, sexo, perfidia, violencia y traición para ganarse el favor del emperador Augusto, quien tiene la última palabra. En medio de esa vorágine aparece Jesús de Nazaret, un predicador que revoluciona al pueblo judío con sus sermones, en los que cuestiona los planes del emperador romano y de la casta sacerdotal judía. Acabar con ese rebelde que solivianta al pueblo se convierte en el objetivo de los romanos y de los sacerdotes judíos.
El desenlace de esta trama supondrá un cambio trascendental en la historia del mundo.