Esta obra tiene como objetivo asentar las bases de una nueva economía que tenga la ética como fuente de inspiración y que represente realmente un progreso para el desarrollo global de la persona humana y de los pueblos. Los autores consideran que la economía debe estar al servicio de todas las personas humanas e inspirarse en los principios de justicia social, de libertad y de respeto a la dignidad del ser humano y de la integridad de la tierra.