Un día Berry paseaba por los alrededores del castillo y sintió mucha sed. Creyó que sería buena idea beber del pozo, pero saltó dentro del cubo y se quedó atrapada allí. Por suerte, Sweetie, el poni de Blancanieves, pasaba por ahí y la ayudó a salir. Los dos animales llegaron a palacio justo a tiempo para disfrutar de una de las maravillosas tartas que había preparado la princesa.