Alex tiene diez años, vive en Belfast con su madre, juega con su perro, inventa chistes y le encantan las tostadas con cebolla. También tiene un único amigo, del que es incapaz de separarse, incluso a su pesar: Ruen, un demonio de 9.000 años de edad, que toma diversas formas y en el que Alex se refugia cada vez que su madre afronta uno de sus frecuentes ataques de llanto. Su psiquiatra Anya empieza a dudar de que Ruen sea sólo
una criatura imaginaria...