La geografía física no solo configura las grandes extensiones de territorio del planeta, o conecta las regiones, o establece las fronteras naturales entre ellas. El clima, los ríos, las cordilleras y la distribución de recursos naturales determinan, y decisivamente, el devenir de toda la historia humana y de todas las civilizaciones y culturas que la han protagonizado. Desde Mesopotamia hasta Estados Unidos, pasando por la Europa de Carlomagno, en todos los continentes y eras los grandes imperios impusieron sus leyes, cultura y hegemonía económica gracias al control de grandes las unidades geográficas.