Una nueva sociedad basada en la igualdad, la libertad y la solidaridad, solo podía lograrse a través de la educación. Esta fue la prioridad del gobierno republicano que puso todos los medios para que el Estado garantizase una educación pública, laica, gratuita y mixta. La escuela se convirtió en el centro de la transformación que conectaba con la sociedad a través de la figura del maestro y la maestra. El compromiso del magisterio con la ciudadanía y la mejora de la educación provocó una verdadera revolución pedagógica, que no solo repercutió en la escuela sino en todo el entorno.