“S·salam alaykum!” (“La paz sea contigo”) es un saludo que el viajero escuchará a todas horas del día y de la noche, y al que deberá responder con su forma inversa: “alaykum s·salam!”. ¿Y qué decir de la despedida “l·la yhen·nik” (“Que Dios te dé serenidad”)? ¿Hay mejor despedida para alguien que está a punto de adentrarse en las mágicas tierras de Marruecos?