¿Por qué la gente no olvida su identidad nacional? Billig sugiere que el nacionalismo cotidiano se encuentra presente en los medios de comunicación, en numerosos símbolos omnipresentes y en ciertos hábitos rutinarios del lenguaje. Elementos habituales en nuestra vida cotidiana, como la bandera que ondea en los edificios públicos, escuelas, despachos, fachadas de las viviendas, etc., son eficaces recordatorios que operan de manera mecánica sobre el inconsciente individual y colectivo, más allá de la conciencia deliberada.