Vivir en sintonía con el
propio programa genético, en
el cual está previsto en
gran medida el desarrollo de
la vida de cada uno,
significa saber gobernar
sabiamente el cuerpo,
mediante el conocimiento de
sus elementos positivos y
negativos.
En definitiva, la
alimentación y el estilo de
vida son los que aseguran un
pleno bienestar y garantizan
una vejez saludable. El
conocimiento del grupo
sanguíneo y la adecuación a
éste del estilo de vida, tal
como lo propone Peter
d´Adamo, constituyen la base
para conseguir el total
equilibrio biológico de
cada persona.