Como en los relatos de Las mil y una noches, los personajes de Simbad, Alí Babá y Aladino y la lámpara maravillosa, con los rostros y problemas de los jóvenes del Irak actual, tienen en común las ganas de aprender, de amar y de pasarlo bien, y demuestran que la palabra y la razón son las mejores armas contra la barbarie y la guerra.