«Me di cuenta de que llevaba seis años siendo alienado por un sistema educativo totalmente obsoleto. Me rebelé contra ese sistema y decidí dedicar mi tiempo a mi pasión.» Así empieza la historia de Luis Iván Cuende. Después de ser premiado mundialmente, este emprendedor precoz no ha parado ni un momento de innovar y desarrollar proyectos. Ha conocido el éxito y el fracaso, aprendiendo por el camino que los valores que promueve nuestra sociedad ya no valen para este siglo. Cuende reivindica una educación para la creatividad y la inspiración, que añada valor a lo que hacemos y prepare a los más jóvenes para salir adelante. Descubierta su gran pasión, Cuende practica desde hace años una filosofía de vida basada en intentar hacer sólo lo que le gusta. Aplicando esta sencilla regla, asegura, cualquier ser humano estará más cerca de encontrar la felicidad. Además, Cuende dice que con su trabajo aspira a ayudar a los demás, tratando de hacerles la vida más sencilla. Y no le tiembla el pulso a la hora de exponer su deseo último: cambiar el mundo. No con grandes descubrimientos revolucionarios, sino simplemente mejorando las cosas, intentando dejarlo todo mejor de lo que estaba cuando llegó a este planeta. Éste es un libro sobre cómo un muchacho encontró su pasión recién entrado en la pubertad, inició un proyecto con muy pocos recursos, buscó cofundadores, triunfó, tropezó, aprendió del fracaso y volvió a levantarse. Ésta es también la historia de alguien que cambia el mundo todos los días y que quiere descubrirnos cómo podemos cambiarlo también nosotros.