El hallazgo de unos pergaminos en la Universidad egipcia de Al-Azhar ha permitido averiguar dónde se custodia desde hace mil años el Santo Grial, el cáliz con que Jesús celebró la Última Cena. Procedente de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, la Copa de Cristo viajó a España en el siglo xi como regalo del poderoso califa de la dinastía Fatimí, que gobernaba Egipto, al emir de Denia. Este príncipe musulmán se lo entregó a Fernando I (1037-1065), rey de León, para garantizar la paz entre los dos reinos. La investigación histórica basada en estos documentos resuelve el misterio que rodeaba a una de las reliquias más buscadas de la cristiandad, fuente de mitos legendarios como el ciclo