Luis Rojas Marcos analiza con optimismo que las parejas rotas no significan la muerte del amor ni del hogar, sino su renacimiento; reflejan cambio, pero también continuidad; un final y también un principio; la caída de ideales frustrados y el surgimiento de una nueva ilusión. Porque la necesidad de la relación es una fuerza instintiva, vital e inagotable en el ser humano.