Ser asexual es sólo una condición más, no tiene ningún mérito ni posee ningún atributo o valor especial. Es sólo una opción que debe llevarse sanamente, lúcidamente, naturalmente.
El autor de este libro, en un arrebato de valentía y sinceridad, a veces incluso con buenas dosis de humor para quitar hierro a algunos temas peliagudos, nos acerca a una nueva forma de ver y entender el sexo hasta ahora ignorada o apartada de las relaciones sociales y humanas. La asexualidad no es tan solo una tendencia, también se convierte en una apuesta por ver y entender el sexo de forma diferente.