Esa sensación brutal y poderosa que espanta y a la vez
nos atrae. Ese escalofrío que sube por por las vértebras
como una mano helada obligándonos a mirar a nuestra espalda
con recelo. Durante los últimos años, Iker Jiménez lo
ha notado muy próximo, casi pegado al cuerpo, vigilando
cada paso al ir adentrándose en la investigación de este suceso
maldito. Una trama de terror, oficialmente silenciada,
protagonizada por personas normales que nunca más pudieron
ser las mismas.
Le costará creer que todo lo que aquí se narra es absolutamente
real. De usted depende conocer una historia que llevaba
veinticinco años bajo el secreto y que ahora ve por fin la
luz con toda la crudeza de sus documentos y testimonios.