En esta tercera entrega de Y, el último hombre asistimos a un dramático giro de los acontecimientos urdido por su guionista, Brian K. Vaughan, cuyo resultado es la anulación de la premisa principal de la serie: Yorick está a punto de dejar de ser el último hombre vivo en la Tierra, si su habitual reparto de enemigos no hace nada para remediarlo. A su vez, Paul Chadwick pone sus lápices al servicio de un breve arco argumental de aires shakespearianos, y damos los primeros pasos en la mente de nuestro sufrido protagonista.