Alertados por una inquilina preocupada porque uno de sus vecinos lleva tiempo sin dar señales de vida, dos
policías encuentran el cadáver de un anciano sobre la cama. El análisis forense dictamina que fue asfixiado,
probablemente con una almohada. El registro del domicilio del difunto saca a la luz unos recortes de prensa sobre una
joven que en 1944 fue estrangulada y cuyo cuerpo fue depositado en la parte trasera del Teatro Nacional de Reikiavik.
¿Pueden ambas muertes estar relacionadas pese a las seis décadas que las separan?