Alfredo Morales no está acostumbrado al fracaso; siempre le han ido bien las cosas, tanto en el colegio, como con sus padres, sus amigos y su novia. Pero el frágil esquema de suvida se desmorona cuando sufre el primer revés: suspende la Selectividad. Decide, entonces, buscar trabajo, pero sólo recibe negativas. Como nadie le ha enseñado a superar las frustraciones, se siente impotente y se pierde en el laberinto de las drogas de diseño.A partir de ahora sólo vivirá para el fin de semana, con una existencia casi esquizofrénica entre el trabajo con su padre y la diversión febril con sus colegas. Parece que Alfredo (Fredi en ese nuevo mundo) puede dominar la situación; sin embargo, no es capaz de salir de ese foso por sí mismo. La aparición de Marta será crucial para demostrarle que tiene la fuerza suficiente para salir de la espiral de las drogas y que todas las personas encierran un infinito en su interior.