Esta obra recoge cuatro conferencias del curso pronunciado por Erwin Panofsky en el castillo de Gripsholm, en el verano de 1952, que reflejan su asombrosa erudición, su profundo conocimiento de la historia de las ideas, su gran sagacidad para el descubrimiento de supuestos e implicaciones y una extraordinaria sensibilidad estética para la percepción de la calidad. Estas magistrales investigaciones iconográficas muestran, además, la profunda unidad cultural de la civilización occidental a través de los siglos al establecer diversas conexiones entre el mundo antiguo, la Edad Media cristiana y el Renacimiento.