John Rain se encuentra en las calles de Tokio siempre al acecho. A pesar de las dudas morales que le asaltan, Rain mantiene su capacidad de hacer que sus asesinatos parezcan muertes por causa natural. Por eso le contrata el Mossad para resolver un problema en Manila, con la ayuda de un nuevo socio, Dox, ex marine y francotirador. Este nuevo encargo brinda a Rain la oportunidad de expiar todos sus pecados anteriores utilizando su talento para una buena causa. Pero Rain comete un grave error en una de sus misiones, la que provoca una gran e inesperada masacre, por lo que se encuentra con que ahora los que quiere el Mossad es su cabeza.