Una obra de ficción histórica y detectivesca, ágil e ingeniosa, mucho más entretenida que El nombre de la rosa. Catherine Jinks (autora de El inquisidor) merece el trato de escritora de culto. Vogue
Francia, siglo XIV. El joven Raymond Maillot es un escribano pendenciero amante del vino, las mujeres y las canciones, pero cuando se pone al servicio del padre Amiel, un dominico encargado de investigar un crimen especialmente sórdido, su vida empieza a cambiar. El monje le contrata para que investigue el misterioso asesinato del ayudante del cardenal Di Vicio, el cual fue hallado muerto y con el pene amputado. La misión del escribano consiste en determinar la identidad del agresor -si es que hay alguno- o bien descubrir si se trata de actos de brujería. A partir de ese momento, Raymond se siente dividido entre su apego a los placeres y su deseo de encontrar refugio en la Iglesia.
Catherine Jinks, autora de El inquisidor (también publicado por esta editorial) nos ofrece una nueva intriga medieval plagada de desmembramientos, libertinaje y visitas demoníacas.