«¿Tiene futuro el capitalismo? Si lo tiene, ¿cuál será? Tras la actual recesión económica, ¿nos esperarán otras, peores tal vez? ¿Qué posibilidades hay de que un orden económico distinto lo sustituya? ¿Cuál es la probabilidad de que se hunda? Si, en vez de que ello acaezca, evoluciona sin colapso hacia algo diverso a lo que hasta ahora ha sido, ¿cuál será la nueva faz del mundo? ¿Cuáles serán las repercusiones políticas, ambientales y culturales de tal mudanza? ¿Qué será de la opulencia que el capitalismo ha creado para unos y de la miseria que ha engendrado para otros? ¿Sabrá la humanidad domesticar una lógica de desarrollo incontrolado que, al destruir nuestro ambiente natural, nos conduce hacia el abismo, hacia el daño irreparable de su propio futuro?» (Salvador Giner).