La cuestión no es preguntar: ¿qué debemos hacer para que los ciudadanos vengan más al museo, al teatro, a la danza...? Eso es no entender nada: la pregunta es otra, más profunda: ¿cuáles son las necesidades y los retos básicos que preocupan hoy a los plurales ciudadanos, diferentemente? A estos retos o necesidades les ofrecemos respuestas, propuestas, servicios, desde nuestra marca para la cultura: soluciones de sentido desde el teatro, el museo o la danza. Si la cultura no soluciona necesidades de vida, no abre la vida, no tienen interés nuestras propuestas. No construimos, no facilitamos cultura. Facilitamos arqueología, 'modernez', distracción, caprichos propios... Sólo facilitamos cultura cuando proponemos y creamos vida mejor: abierta, llena, esperanzada, chispeante, emprendedora... Entonces los ciudadanos inundan nuestros museos, teatros, bibliotecas..."