Esta es la azarosa historia del joven Kaeso hacia el final de la dinastía de los Césares. La vieja ciudad imperial desaparecerá y de sus cenizas renacerá una Roma resplandeciente con un Nerón que sueña con bautizarla con su nombre. Pero al mito de la Nerópolis licenciosa se opone ya el mito cristiano de la ciudad virtuosa. Período éste apasionante, marcado por la emancipación provocadora de las mujeres, la fascinación del incesto, las matanzas en los anfiteatros, la moda del teatro pornográfico y de los lupanares, las vergonzosas sevicias de la esclavitud, el apogeo de las orgías y el primer genocidio por razones de Estado de la Historia. En fin, la vida cotidiana de los romanos tal como era realmente, vista por un historiador riguroso pero, ante todo, por un gran novelista lleno de humor. Este Quo Vadis moderno, sin concesiones ni inexactitudes, evoca en cierto modo nuestra propia época, en la que los Nerones no necesitan siquiera recurrir al arte para encubrir sus excesos?