En el Madrid caótico y efervescente del verano de 1808, Don Pedro, un periodista de «La Gazeta», se encuentra repentinamente solo, a la vez gozoso de la íntima libertad que le brinda el abandono de su mujer y perplejo ante una realidad histórica abrumadora en la que él pretende permanecer inocente, ni afrancesado ni patriota, ni liberal ni revolucionario. No obstante, aunque su deseo es huir hacia un mundo interior en el que reina la divina Rahel Levin, las fuerzas en conflicto a su alrededor le obligan al fin a comprometerse en una extraña conspiración que le convierte en espía y le relaciona con el maquiavélico marqués de Monteyermo, en torno a quien el autor va tejiendo la compleja trama de las intrigas palaciegas. Entretanto, siguen las tertulias en los cafés donde bullen todos los debates y en las calles hormiguea una multitud inquieta mientras María, la sirvienta de Don Pedro, vive un sueño imposible, fatal. Obra compleja, de resonancias cervatinas, El bobo ilustrado viene a enriquecer, sin duda, la narrativa española contemporánea.