Juan Gelman escribió Bajo la lluvia ajena en 1980, durante su exilio en Roma. Los textos que lo integran, componen un mosaico de agudas reflexiones sobre el destierro, la ausencia y el dolor.
Elaboradas con igual sentimiento y hondura, las aguafuertes de Carlos Alonso confluyen en la obra de Gelman, forjando en su encuentro un testimonio que emociona por el esplendor de su lucidez.