Las vivas ilustraciones de este libro nos hacen comprender lo maravilloso que puede resultar vivir con una ola. Su luz, su brillo, su alegría inundan la casa y todo tiene otro color. Pero las olas también rugen y se embravecen y pueden resultar molestas para la armonía familar. La mezcla del mundo fantástico y el mundo real se consigue en este relato a través de unas imágenes de una gran fuerza que a veces nos inquietan por su realismo y su misterio.