El hombre es un ser que se define por sus relaciones -ya sea en la familia, en la pareja, en el trabajo o en cualquier otro ámbito de la sociedad-, pero aunque las relaciones personales pueden proporcionar grandes satisfacciones, pueden deparar también terribles sufrimientos. Por eso, cuanto mejor dominemos el arte de las relaciones personales, mayores serán las posibilidades de que los conflictos, en vez de hundirnos, nos ayuden a madurar.