Desenfadada, divertida, esta novela de Joaquin Borrell nos cuenta las peripecias de un exquiriente en la Roma del César al que se le encarga descubrir el misterio que encierra la extraña muerte del hermano de Iridia, la princesa Cimeria. Aventuras y reflexiones se mezclan permitiendo al lector pasar de la carcajada espóntanea a la ternura.