A educar también se aprende parte de la idea de que la educación de los hijos es un oficio que requiere preparación y conocimientos. Con un estilo directo y un sinfín de ejemplos basados en la vida cotidiana, Miguel Silveira establece cuáles deberían ser los principios básicos de la educación y proporciona una serie de pautas de actuación que ayudarán a los padres a entender a sus hijos, a encauzarlos, apoyarlos y quererlos mejor.