Leer el índice de este pequeño tratado es como recitar un decálogo de conducta para desenvolverse en un mundo en el que, como nos advierte el autor en la nota previa, «acechan las trampas y reinan las intrigas». A lo largo de 33 historias ejemplares, Adam Soboczynski demuestra que el arte del fingimiento, que jugaba un papel esencial en la vida cortesana, experimenta un nuevo auge en la era capitalista. En esta vida, que define como un campo minado en el que el amor es el más bello de los engaños, no hay que ser auténtico, sino fingir para parecerlo. No en vano salpican el texto las citas de ilustres moralistas como Gracián, La Rochefoucauld o Baltasar de Castiglione. Un tipo casado que liga en una fiesta, un empleado que se busca la ruina por responder impulsivamente a un correo electrónico, un escritor fracasado, una joven historiadora del arte que pasa un fin de semana en una isla remota, un peluquero que celebra entre amigos la inauguración de su nuevo negocio o una maquetista de una revista de moda con problemas con los hombres, son solo algunos de los personajes que ilustran un auténtico catálogo de situaciones que podríamos protagonizar cualquiera de nosotros. Hilarante, ameno y agudo, pero a la vez profundo, brillante y provocativo, corresponde al lector decidir si se toma este texto inclasificable como un retrato crítico de nuestra sociedad o como un peculiar manual de instrucciones para triunfar en ella.