¿Qué tiene que ver el amor con un medicamento para el dolor?
Y algo tan etéreo como las emociones, ¿pueden relacionarse con esa migraña pertinaz que afecta a diario a miles de personas?
A lo largo de estas páginas, David Ponce demuestra, con la contundencia de la experiencia adquirida junto a decenas de pacientes, que el dolor de cabeza está íntimamente relacionado con nuestras emociones y cómo las gestionamos, con la dieta y nuestros hábitos cotidianos.