El fin que pretende todo libro de lectura fácil es convertir la literatura en un placer y que, al mismo tiempo, sea un trampolín al mundo y al conocimiento. El eje fundamental de trabajo de estas lecturas es la comprensión lectora. Con la colección de lectura fácil hemos cubierto dos imprescindibles: legibilidad y comprensión. De esta manera, hemos facilitado el acceso a la lectura y hemos promovido con ello la alfabetización.
Nos hemos servido de diferentes niveles de comprensión lectora y de desventaja lingüística, así como de una adaptación semántica y tipográfica del texto para hacerlo más comprensible. Hemos usado un lenguaje sencillo y directo, hemos evitado conceptos abstractos, empleamos vocablos cortos relativos al lenguaje cotidiano, usamos ejemplos prácticos, hacemos usos de un lenguaje positivo y nos dirigimos al lector de manera respetuosa.
Con todo, hemos conseguido nuestro propósito: aprender habilidades sociales y promover su socialización, favorecer el enriquecimiento cultural, adquirir conocimientos básicos, potenciar la memoria y, en definitiva, despertar la imaginación y la emotividad con el objetivo de lograr que la lectura sea un hábito y, sobre todo, que el lector que se acerque a estos libros, disfrute.
Giuseppe Verdi se convirtió en uno de los compositores más importantes del Romanticismo musical italiano. Para ello tuvo que componer tal cantidad de obras que daba lo mismo la calidad de las mismas. Lo que importaba era la cantidad. Un músico famoso, si quería continuar siéndolo, debía crear a una velocidad frenética.
Pero Verdi aunó cantidad y calidad. Consiguió que sus óperas triunfaran en los mejores auditorios y teatros europeos de entonces y, sin llegar ni tan siquiera a imaginarlo, en los de ahora.