El ajo está presente, no solo en la cocina de todas las culturas de la Tierra, sino en la lista de las
medicinas tradicionales de todo el planeta. Investigaciones científicas avalan la teoría de que el consumo de ajo
constituye un excelente tratamiento contra las enfermedades cardiovasculares, como el infarto o la angina de pecho sin
presentar practicamente ninguna contraindicación ni efecto secundario.