A finales del primer milenio de nuestra era, una serie de sucesos inexplicables provocaron el abandono por parte del pueblo maya de ciudades y templos en la zona actual de Chiapas, en México. Muchas han sido las explicaciones vertidas por la ciencia acerca de este enigmático suceso; sin embargo, las causas reales han permanecido a salvo de científicos y exploradores gracias al incansable trabajo de los últimos descendientes de los sacerdotes custodios del secreto, una sociedad dedicada en exclusiva a su protección.