Con pausada prisa y sin miedo al ridículo : la poesía es un acto
de valientes, y Nacho Cadena lo sabe, y lo asume con un toque
suyo, un sazón íntimo que describe así en un poema: ?con mucha
espontaneidad?. Y remata con un toque de maestro del optimismo:
?Cada día es un tesoro?. Con ejemplar sinceridad, la vida en la
poesía de Nacho Cadena, llega hasta nosotros, más allá del bien
y del mal, con pausada prisa, en blanco y negro .
El autor pretende huir de las falsas coloraturas, del florilegio y
el adorno. Descarnados, sus versos, sólidamente puros, verbalmente
netos, no hay lugar para los eufemismos en un hombre
de palabra clara; en él no caben los mediostonos. Todos los sentimientos
humanos, como el blanco y el negro, se oponen, son
diferentes, pero se complementan: sin negro, no hay blanco: sin
amores no hay desamores, sin encuentros no hay desencuentros,
sin recuerdos no hay olvidos...