Hoy en día, aún no se reconocen oficialmente las bondades del mecanismo de la fiebre para nuestra salud. Sin embargo, muchas personas comprenden ya que es un recurso natural importante para restablecernos, a pesar de no saber muy bien cómo enfrentarla sin fármacos. Incluso, algunos médicos, se cuestionan ya hasta qué punto es conveniente bajar la fiebre a los enfermos, pues hay estudios que sostienen que las defensas del organismo funcionan mejor a altas temperaturas.
Para ayudar a resolver esta situación hemos elaborado esta pequeña guía para los padres y terapeutas que buscan alternativas en el campo de la salud natural, sin pretender obviar otras ventajas que pueda ofrecer, en un momento dado, el tratamiento médico convencional, así como sus amplia posibilidades de diagnóstico. Pero, como no son incompatibles, siempre podemos emplear primero las sencillas y baratas técnicas de la medicina natural para derivar la fiebre, y permitirle así al cuerpo que se restablezca por sí mismo. Quizá entonces, por vez primera y para nuestra sorpresa, comprobaremos que no hacían falta otros recursos, ni tampoco soluciones farmacéuticas. Y lo que es mejor, el restablecimiento conseguido es más rápido, consistente y sin contraindicaciones farmacológicas.
Debemos volver a nuestra esencia, recuperar el sentido común que nos dice que la solución tiene que ser más sencilla de lo que proponen los químicos con sus drogas.
La salud está en seguir a la naturaleza y, al seguirla, ella se pone entonces a nuestra disposición fácilmente. Se trata de aprender a circular por el camino trazado por la naturaleza, y no por el del laboratorio.