Nueva York esconde tantas caras como ventanas exhibe. Entre la novela y el relato de hechos reales, y con el mismo estilo tan sugerente y personal que le ha caracterizado desde sus inicios, Muñoz Molina combina los mundos del cine, de la música y de las artes plásticas para mostrar la inmensa vitalidad de la ciudad, lugar de encuentro de todas las culturas.