La filosofía académica actual se encuentra en un preocupante estancamiento. Pero esto no autoriza a proclamar su muerte, porque el ejercicio de filosofar no es un mero capricho de especialistas, sino una actividad propia a toda la especie humana. El deseo de conocer, la capacidad de formular preguntas y de investigar nos han llevado al nivel de la actual civilización tecnificada. Pero aun las herramientas más sofisticadas, como los ordenadores o Internet, no pueden sustituir nuestra capacidad y nuestro deber de enjuiciar de manera responsable lo positivo, lo perjudicial, los verdaderos logros y las imposturas.
Mario Bunge muestra en un magnífico panorama la evolución y los resultados actuales de las principales áreas científicas, como la cosmología, las investigaciones de la materia, de la mente humana, la sociología, la ética y la teoría del derecho. La asombrosa riqueza de enfoques y avances en estas disciplinas impone la pregunta: ¿Y qué hace la filosofía, la antigua reina de todos los saberes?
Hay que reconstruir su función auténtica de elaborar nuevas visiones de conjunto, de interpretar los cambios y saltos decisivos en los conocimientos científicos e interrogar su significado.
Desde su sereno humanismo secular, Mario Bunge nos invita a dar los primeros pasos en la renovación de esta tarea y nos enseña a reflexionar juiciosamente sobre las grandes contribuciones y seducciones del amplio espectro científico actual.